El mundo moderno tiene ciertas exigencias que hace que algunas personas deseen mejorar su imagen y proyectarse como una marca, un estilo o quieran lograr determinado objetivo.
Un nuevo empleo en una mejor empresa u organización, renovar el guardarropa y sacar provecho de los atributos tras un divorcio, una cirugía plástica, una dieta, ganar una elección o, simplemente, transformar el look, lleva a mucha gente a buscar una asesora de imagen.
Estas profesionales se centran en el estudio detallado e individualizado de sus clientes. Para ello se reúnen varias veces con él, ven su manera de actuar, de vestir, de caminar, de comportarse en público y entre amigos y familia.
También evalúan su contextura, estatura, color de piel, ojos, cabello, estilo de corte, la ropa que usa en cada ocasión, sea esta informal, de gala o casual.
Asimismo, las asesoras de imagen van un paso adelante con servicios adicionales como los de ofrecer las herramientas necesarias para que sus clientes sepan no solo como vestirse y lucir, sino cómo hablar, modular la voz, sentarse, contestar preguntas y dirigirse a grandes públicos sin muletillas o inquietarse por el miedo escénico.
Aunque los asesores de imagen trabajan con individuos y de manera personalizada, también pueden hacerlo con empresas que desean lanzarse al mercado o tener una visión renovada para conquistar el mercado particular en medio del cual se mueven.
Y, ¿Cómo trabaja una asesora de imagen para llevar a cabo esta transformación en personas o en empresas? Todo parte del objetivo que el cliente (sea un individuo o una organización) desee lograr y para qué quiere este cambio de imagen.
Sin embargo, los pasos son similares en todos los casos, aunque los resultados sean miles y diversos. En primer lugar, la asesora de imagen hará una investigación, observación o un estudio pormenorizado de su cliente para determinar qué características resaltar o potenciar, teniendo en cuenta sus luces y sus sombras.
Por ejemplo, en el caso de una empresa que desee proyectar una buena imagen, es posible establecer un código de vestimenta, o uniformar a los empleados, para lograr los objetivos propuestos eliminando ciertos colores o prendas.
Otro ejemplo, en el caso de una persona de baja de estatura, se procuraría atenuar esta característica con zapatos altos, usando colores que estilicen o con el vestuario, incluso, creando un foco de atención hacia otros puntos del cuerpo que se quieran potenciar.
Después de este proceso de observación y teniendo en cuenta el objetivo, se determina un plan a seguir con pautas y acciones detalladas.
Este esquema puede incluir hacer un mayor o menor cambio. Por ejemplo, cambiar el corte de cabello, el color, sacar del armario ciertos tipos de ropa, comprar prendas nuevas, establecer pautas de maquillaje y de vestir acordes al estilo de vida actual.
Por otro lado, en cuanto a la comunicación o a las habilidades sociales, se le pueden dar unas directrices para mejorar, o si fuese necesario, derivar a un especialista que complemente este área.
Servicios de personal shopper y asesoría de imagen: diferencias
Ya se ha explicado lo que es un asesor de imagen y cómo logra transformar a las personas o a las empresas y organizaciones que desean un cambio radical con la intención de obtener ciertos y determinados resultados.
En muchos textos sobre la materia de asesoría de imagen también aparecen los términos de personal shopper que son vocablos en inglés para designar al “comprador personal”. El personal shopper es quien acompaña al cliente de los asesores de imagen para comprar o adquirir las prendas, zapatos y/o maquillaje que el o la asesora de imagen han pautado para cada individuo o grupo.
Debe tener gusto, formación en moda, tendencias y conocer bien los comercios de la ciudad. De esta manera, en función de las necesidades de la persona, se le proporcionará información relativa a las compras a través de enlaces cliclables, o bien, se irá presencialmente junto al personal shopper a las tiendas elegidas.
Ahora bien, ¿puede un asesor de imagen ser un personal shopper? Sí, se puede, pero no todo personal shopper es un asesor de imagen por definición.
En determinados casos, los asesores de imagen pueden trabajar solos y ayudar a su cliente en todo el proceso de cambio, pero, en ocasiones y debido al volumen de trabajo, estos profesionales pueden tener un equipo que ofrece respaldo en cada paso del procedimiento.
Ahora bien, ¿Cómo hace su trabajo un personal shopper? Dependiendo de cada caso, puede hacer varias sesiones de trabajo. Es un servicio muy concreto y rápido. La idea es, por una parte, enseñar al asesorado a realizar las compras de ropa u otros artículos como zapatos, complementos, etc., y mostrar las tiendas donde puede encontrar su estilo.
Suele ser habitual recurrir a un personal shopper cuando la persona está muy ocupada y nunca tiene tiempo de ir de compras, o incluso, por gusto, para agilizar el momento, ir al grano y no comprar de más.
En todo caso, siempre hará falta una primera sesión o reunión de trabajo para establecer las pautas sobre gustos, estilo y presupuesto disponible.